Monday, September 12, 2005

Ronald Tuninga

“En educación el dinero no es un costo, es una inversión”

Ronald Tuninga, director dean de la Escuela de Administración de Maastricht, explica los retos del empresario moderno.

¿Cuál debe ser el perfil de un administrador hoy en día?
En la actualidad, debido a la globalización, las empresas no hacen negocios locales, sino globales. Por tanto, están expuestos a nuevos mercados. Esto marca una nueva tendencia en la administración. No por ello deja de ser importante un comportamiento cooperativo desde el punto de vista social y los aspectos éticos, especialmente después de las enseñanzas que ha dejado el caso Enron respecto a los requerimientos de elevados estándares de criterios éticos.

¿Cuál cree que fueron los errores cometidos en los casos Enron?
Los administradores tienen posiciones muy poderosas que involucran muchos recursos. Entonces hay que desplegar esfuerzos para asegurarnos que esas personas tengan valores antes de llegar a tales puestos. No es fácil, pero se debe hacer.

Pareciera que las escuelas de negocios inculcan conocimientos técnicos pero no éticos.

Eso ha cambiando. Si se ve las currículas actuales notará que incluyen cursos específicos sobre responsabilidad social y valores éticos. Un ejemplo es la escuela de negocios de Maastricht. En ética siempre hay temas en los cuales es difícil determinar lo blanco y lo negro. En algún sitio hay que trazar la línea.

¿Cuales son las principales características de un buen administrador?
Es muy difícil dar un conjunto fijo de valores, ya que depende mucho del contexto en el cual nos encontremos. En algunos se requiere un administrador que enfatice las jerarquías, mientras que en otros contextos se necesita a alguien que ejerza liderazgos y trabaje en equipo. Últimamente ha habido un crecimiento de empresas de servicios donde se necesita un administrador con características de líder. Cada vez existen menos contextos donde se requiera un administrador jerárquico.

¿Es difícil administrar en un país como el Perú?
No diría que es difícil, sino diferente. Lo importante es entender las restricciones que impone cada contexto: en algunos países el gobierno tiene una alta participación en la vida económica, en otros no. Estos factores deben ser tomados en cuenta por el administrador, ya que plantean retos diferentes.

Mucha gente piensa que es difícil hacer empresa en el Perú.
Es importante que los líderes y los empresarios vean las oportunidades que tienen. En el caso peruano, hablamos de una economía pequeña si la comparamos con Holanda, que no tiene los recursos del Perú. Generalmente se trata de una cuestión de percepción, la gente enfatiza las debilidades del país en el que está y no se fija en las fortalezas.

¿Cómo se puede formar a un administrador capaz en ambos contextos en un curso estándar?
No hay una currícula estándar, hay diferentes componentes. Uno de los mayores atractivos de uniones como la de Centrum y Maastricht es mientras Centrum aporta el conocimiento y los profesores peruanos, Maastricht provee su experiencia internacional. Así los estudiantes pueden comparar ambos contextos.

¿Un buen desenvolvimiento depende del conocimiento o las habilidades personales?
En la escuela tradicional la enseñanza era básicamente impartir conocimientos. Actualmente, hay diferentes componentes en los MBA. No se trata de inculcar conocimientos, sino potenciar la competencia del individuo. Asimismo, hay un rico intercambio de la experiencia de todo el grupo profesional que participa en una clase. Además se forma una red de relaciones que ayuda en el trabajo.

¿Cómo analiza el futuro de la empresa global?
El mundo evoluciona a través de la formación de grupos o bloques de países. El gran beneficiado de todo esto es el consumidor que va a poder acceder a un abanico más amplio de productos. En aspectos generales, yo distingo tres olas de internacionalización empresarial. La primera ola fue la manufactura de bienes que empezó en los años 50 que fue la época de las grandes corporaciones como Phillips. La segunda ola fue de las empresas de servicios en la década de los 70, época del auge de las grandes consultoras. La tercera ola se produce al finales de los 90 hasta nuestros días, vinculada a las pequeñas y medianas empresas.

Hace algunos años era extraño ver a gente que salía de su trabajo a estudiar, ahora esto es normal…
El aprendizaje es un proceso de por vida. En inglés hay una palabra muy empleada para la graduación que es commencement, que significa comienzo. El conocimiento que recibe puede quedar obsoleto en algunos años, si bien algunas competencias quedan, uno debe actualizarse continuamente.

Sin embargo, para muchas personas las escuelas de negocios son demasiado caras.
Si uno lo ve desde la perspectiva de un negocio, existen costos y beneficios. Lo ideal es que los beneficios superen a los costos. En la educación, no se debe pensar en el dinero como un costo, sino como una inversión a futuro. Esa inversión tiene dos dimensiones, una es un valor tangible y otro el intangible. El valor tangible se manifiesta por el lado financiero. El promedio de los estudiantes recupera su inversión en dos o tres años porque avanza más rápido en su carrera o porque gana más sueldo. En los intangibles se ve en diferentes aspectos, como la mayor confianza de otras personas en su desempeño.


Publicado en Punto.edu. Año 1, número 21

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