“A ninguno de los dos países se conviene politizar la extradición de Fujimori”
Abogado internacionalista nos da su perspectiva sobre la tensa relación con Chile a raíz de los límites marítimos y la llegada del ex presidente Alberto Fujimori a ese país.
¿Existe una frontera marítima?
Depende de qué postura asumamos. La chilena es que existen tres instrumentos legales que avalan su posición. En primer lugar, la Declaración de Santiago de 1952, firmada por Ecuador, Perú y Chile; en segundo lugar el Convenio sobre zona especial fronteriza marítima de 1954 y en tercer lugar, unas actas suscritas en 1968 y 1969. El Perú no niega la existencia de estos documentos, pero entiende que estos no establecieron un límite marítimo ni definitivo, sino con propósitos de pesca. Un tratado de límites va acompañado de cartografía, derechos y obligaciones para las partes. En este caso no existe ninguno de estos elementos.
¿A qué se debe la diferencia entre los límites considerados por ambas partes?
Chile plantea la existencia de un paralelo geográfico, que es la prolongación de la línea terrestre de La Concordia. Perú sostiene que hay que aplicar la Convención del Mar y utilizar el principio de la equidistancia, es decir, distribuir el mar de manera equitativa. El Perú no está asumiendo una posición extrema. No esta planteando como límite la prolongación final de su costa marítima, sino una distribución equitativa del espacio marítimo.
¿Cómo se puede solucionar un problema de esta naturaleza?
Lo más lógico y lo que manda el derecho internacional actual es como la negociación, la mediación, la conciliación, los buenos oficios, hasta las salidas jurisdiccionales como el arbitraje y la solución judicial. Perú ha intentado una salida a nivel bilateral, de negociación directa pero, Chile se ha negado persistentemente a esa posibilidad. Ante lo cual, la cancillería peruana ha barajado la posibilidad de una salida judicial recurriendo a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
¿Qué tan factible es que Chile acepte esta salida?
Existe el Tratado de Solución de Controversias que vincula a varios países entre ellos a Perú y Chile. Por tanto no se requiere un sometimiento o un consentimiento del Estado chileno. Lo que Chile puede solicitar es una excepción, ya que cuando la controversia entre dos estados miembros ha sido materia de una solución, no se podrá acudir a la corte de La Haya.
¿Sobre qué base?
Chile puede decir que la controversia ya fue solucionada por los tres documentos que señalaba al principio. Habrá que ver que señala la corte. Si el Perú tuviera éxito y la Corte Internacional de Justicia se declarara competente su fallo sería de cumplimiento obligatorio y pasible de ser aplicados por la fuerza.
Para muchos puede parecer repentino el interés peruano en zanjar este tema
Creo que en este gobierno ha habido énfasis por parte de los cancilleres Allan Wagner y Manuel Rodríguez de resolver este tema. Lo recomendable, es que el gobierno vaya con prudencia en este tema. Porque estamos hablando de un diferendo territorial con un país con el cual existe una historia. Por tanto, antes de dar un paso definitivo en un Tribunal Internacional, es imprescindible que las cancillerías sean concientes de los argumentos jurídicos y de si tenemos probabilidades de éxito. Una eventual derrota en la Corte de la Haya no sólo representaría la confirmación de una perdida territorial bastante grande, sino también afirmar un trauma nacional. La responsabilidad del gobierno es grande. Hay muchas cosas en juego.
¿Perú y Chile pueden ir a una guerra?
Me resisto a creer que este tema no pueda ser solucionado pacíficamente. Recordemos que Chile y Argentina han solucionado múltiples diferendos territoriales a través de soluciones arbitrales. En el mundo actual seria primario recurrir a un conflicto armado.
¿Qué tanta tensión aumenta la llegada de Fujimori a Chile?
Depende de cómo se lleva el proceso en adelante. Si el Estado peruano observa que el chileno maneja el tema respetando tanto el derecho chileno como las normas que establece el derecho internacional, creo que el Perú no podrá manifestar objeción alguna. Lo importante es no permitir que este asunto sea manoseado políticamente por ninguna de las dos partes. La extradición es un asunto judicial. Si comenzamos peligrosamente a añadir elementos políticos, no solo se va a deslegitimar el pedido del estado peruano, sino que también se corre el peligro de enturbiar la relación entre ambos países.
Muchos temen Chile quiera negociar el mar o la extradición de Fujimori.
Me parece descabellado e improbable. No creo que Chile plantee cosa semejante ni que el Perú lo vaya admitir. Lo que creo que puede haber es aprovechamiento de actores políticos y ya lo estamos viendo. A ninguno de los dos países le conviene la politización del tema. Ni al Perú que solicita la extradición ni a Chile que tiene una situación política muy complicada porque esta ante un caso bastante complejo judicial y políticamente.
¿Fujimori podría negociar su libertad por el mar?
No, también es irreal. Ningún jefe de estado podría disponer del territorio nacional como si se tratara de su chacra. Pensar esto es asumir que habría un acuerdo del Jefe de Estado y el Congreso, lo cual es imposible de imaginar. Esto es parte de la especulación y de la contaminación política que esta teniendo este caso, creo que el asunto va a tener que ser resuelto tarde o temprano.
Publicado en Punto.edu. Año 1, número 30.
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