"Atacar a la hoja de coca para luchar contra el narcotráfico es contradictorio"
Especialista en el tema del uso tradicional de la coca expone sus puntos de vista sobre la lucha contra el narcotráfico y la hoja de coca.
¿Es correcto enfocar la lucha contra el narcotráfico desde la hoja de coca?
Pienso que es ineficaz aplicar todos los recursos hacia ese ámbito del problema. Lo que se debe hacer es administrar el problema de las drogas con coherencia incorporando también alcohol y tabaco, porque son los que mas muertes producen. Las prioridades de un país como el nuestro son atacar la pobreza rural, reducir la violencia urbana y allí es donde hay un problema de salud pública asociado al consumo de pasta básica de cocaína.
¿Qué tan legitima es la lucha contra la coca?
Desde que existe el ser humano sobre la tierra hace uso de sustancias psicoactivas. Mientras no entendamos que siempre tenemos que manejar ese problema, vamos a seguir creando mitos y situaciones que no se dan en la realidad. Atacar a la hoja de coca para luchar contra el narcotráfico es contradictorio.
¿Qué se debe hacer?
Ser conscientes de las limitaciones, de lo que se puede alcanzar en términos de control o manejo. En el Perú hay 34 mil detenidos en las 84 cárceles. De estos, siete mil 35 están por drogas. El patrón general es: joven, provinciano, con problemas por falta de trabajo a quienes se les ha encontrado pequeñas cantidades de droga. Con ello no se está combatiendo al crimen organizado, porque el embudo de la justicia peruana permite que los grandes no entren al sistema. Estamos congestionando el sistema con la mayor cantidad de gente que no tiene interés desde el punto de vista legal.
Pero se produce más coca desde la que se puede consumir legalmente.
Si lo vemos desde la perspectiva cultural, me quedo corto porque hablamos de tres o cuatro de cada diez hojas, qué está pasando con esas otras seis. Yo entiendo el problema de producción de coca para el narcotráfico como un problema resultante de los términos de intercambio internacional entre el comercio agrícola de Estados Unidos y Europa versus el intercambio agrícola de los pequeños campesinos de la Selva Alta articulados totalmente a la economía de las drogas porque esta sí es útil. Los narcotraficantes llegan a la chacra, pagan buenos precios, el proceso de dar valor agregado es rápido porque el proceso de secado, poza y de obtener el queso de pasta es rápido, y ya lo hacen muchos campesinos. Si quisieran integrarse a una cadena productiva legal, tendrían que sacar sus productos, pagar flete y no siempre les pagan lo que piden.
Devida tiene una campaña muy agresiva…
Devida es una institución mentirosa que habla con medias verdades porque sabe que esta equivocada y hace las cosas mal. La guerra contra las drogas es una farsa como la guerra contra el terror y quienes pagan esta guerra son 50 mil campesinos de la Selva Alta.
¿Qué debería hacer el Perú como Estado?
Recuperar autonomía frente a EEUU. Desde que llego Bush en 2001 hemos tratado de mantener la tarea bien hecha para que podamos firmar el TLC, ser buenos aliados de EE. UU. en el tema colombiano, la lucha contra el narcotráfico y seguir recibiendo 80 millones de dólares anuales.
No es sólo desligarse de EE. UU., sino enfocar de otra manera la lucha contra las drogas
Es poner las cosas claras, corresponsabilidades e igualdad de condiciones. El Perú produce 120 toneladas métricas de clorhidrato de cocaína, eso es cierto, pero EE. UU. consume gran parte consume gran parte de eso y paga 35 dólares el kilo. Sacando cifras, ningún producto, excepto el oroda tal rendimiento.
¿Qué le correspondería hacer a EE. UU.?
Evitar que entre cocaína en su país, que salgan productos químicos, que su sistema financiero no sea permeable al lavado de dinero y que esté dispuesto a que los productos alternativos a la hoja de coca ingresen al mercado norteamericano. El campesino de Apurímac necesita de su coca para pagar la pensión de sus hijos, para él no ha llegado ATPDEA, el TLC y no va a llegar. Una de mis previsiones es que de firmarse el TLC en las condiciones actuales, se estaría empujando a una gran parte de las comunidades andinas no sólo a la siembra de la coca, sino a sacar pasta básica a la costa y a las fronteras.
¿Qué políticas adoptar?
Se debe reconocer hasta donde podemos llegar. Ser selectivos con la represión: sólo detener a aquellos que lleven a debilitar a una grandes carteles organización internacional o nacional. Dejar de reprimir a los 50 mil productores de a Selva Alta. Llegar a acuerdos políticos y económicos que vayan de la mano con la regionalizacion. Que el manejo de la plata se haga con ellos. Acabar con Devida, que tiene un control cerrado y absoluto de las políticas y decisiones de presupuestos. En términos de política exterior le diríamos a la cancillería que negociemos la posición del Perú en ámbitos y foros internacionales a partir del tema de las drogas. El Perú esta capturando 20 toneladas métricas de cocaína anuales de las 120 que se producen.
¿Qué hacemos con los cultivos de coca?
Dejar de penalizar, dejar de fumigar, y permitir un mercado doméstico para consumos tradicionales. Dedicar fondos de Enaco para investigaciones científicas para generar combinados alimenticios con hoja de coca. Debemos recuperar el nivel de alimentación con los recursos naturales que nos da nuestro territorio y la coca es uno de ellos. Hacer un nuevo empadronamiento.
Usted propone un uso tradicional, ¿pero que hacemos con el excedente?
Se debe reducir los cultivos de manera concertada bajo el principio de que cada hectárea erradicada sea una hectárea desarrollada. La labor de policía se debe llevar a la poza de maceración. Entiendo que el campesino es el eslabón mas débil. Y como Estado debemos responder con el resto, hay que hacer pactos de reducción.
¿Es fácil que se pueda hacer el cambio y que los campesinos tengan una rentabilidad similar a la que les da la coca que va al narcotráfico?
No es fácil, pero es una de las pocas alternativas que tiene el Estado para recuperar la gobernabilidad en la Selva Alta y no dejarse ganar por Sendero Luminoso y los narcos. Debemos contar con el campesino como ciudadano, no excluirlo ni tratarlo como delincuente. Seguro que el boom de la coca y la cocaína puede hacer difícil que el campesino quiera dejarla, pero hay que ofrecer otras cosas, como ciudadanía, estabilidad, empoderamiento de derechos. La Selva Alta es la región menos civilizada en términos de Estado y construcción del poder. El narcotráfico es algo en lo que el Perú no podrá hacer mucho ya que el mercado es enorme.
Entonces ¿qué hacemos?
Esa es una pregunta de Estado a la que hay que responder ya. Yo empezaría por el artículo 8 de la Constitución que dice que el Estado lucha contra las drogas ilegales y regula las drogas legales. Si vamos a tratar las drogas, veamos cuales son las más peligrosas para la salud pública. Hay muertes por alcohol y cáncer al pulmón. Que problema de salud pública significa la marihuana. Seguro hay niveles de uso que llevan a un daño, igual con la cocaína. El artículo 8 que es más contradictorio y solapado
Estamos hablando de regular las drogas
Estoy pensando en ver regimenes diversos. Si en el circuito de narcotráfico soy suave con el ámbito de la producción y el consumo por ser los más débiles, soy duro con los carteles organizados. Es decir, no me lleno de mulas que se quieren ir por el Jorge Chávez.
¿Qué pasaría con el mundo andino sin la coca?
No estoy de acuerdo de quienes piensan en el mundo andino en proceso de reducción y asimilación e las practicas occidentales. Planteo que hay que respetar lo que queda del mundo andino como forma de cultura. En ese entendido, si desapareciera la hoja de coca, cambiarían los modos de producción. Seguramente le daría la estocada final al modo de vida comunal y perderíamos como país uno de los elementos que lo caracterizan
¿Qué le parece la campaña de Devida que identifica la coca con cocaína?
Perversa, ilegal, injusta, arbitraria, intolerante, dispendiosa. Devida comete muchos errores.
Especialista en el tema del uso tradicional de la coca expone sus puntos de vista sobre la lucha contra el narcotráfico y la hoja de coca.
¿Es correcto enfocar la lucha contra el narcotráfico desde la hoja de coca?
Pienso que es ineficaz aplicar todos los recursos hacia ese ámbito del problema. Lo que se debe hacer es administrar el problema de las drogas con coherencia incorporando también alcohol y tabaco, porque son los que mas muertes producen. Las prioridades de un país como el nuestro son atacar la pobreza rural, reducir la violencia urbana y allí es donde hay un problema de salud pública asociado al consumo de pasta básica de cocaína.
¿Qué tan legitima es la lucha contra la coca?
Desde que existe el ser humano sobre la tierra hace uso de sustancias psicoactivas. Mientras no entendamos que siempre tenemos que manejar ese problema, vamos a seguir creando mitos y situaciones que no se dan en la realidad. Atacar a la hoja de coca para luchar contra el narcotráfico es contradictorio.
¿Qué se debe hacer?
Ser conscientes de las limitaciones, de lo que se puede alcanzar en términos de control o manejo. En el Perú hay 34 mil detenidos en las 84 cárceles. De estos, siete mil 35 están por drogas. El patrón general es: joven, provinciano, con problemas por falta de trabajo a quienes se les ha encontrado pequeñas cantidades de droga. Con ello no se está combatiendo al crimen organizado, porque el embudo de la justicia peruana permite que los grandes no entren al sistema. Estamos congestionando el sistema con la mayor cantidad de gente que no tiene interés desde el punto de vista legal.
Pero se produce más coca desde la que se puede consumir legalmente.
Si lo vemos desde la perspectiva cultural, me quedo corto porque hablamos de tres o cuatro de cada diez hojas, qué está pasando con esas otras seis. Yo entiendo el problema de producción de coca para el narcotráfico como un problema resultante de los términos de intercambio internacional entre el comercio agrícola de Estados Unidos y Europa versus el intercambio agrícola de los pequeños campesinos de la Selva Alta articulados totalmente a la economía de las drogas porque esta sí es útil. Los narcotraficantes llegan a la chacra, pagan buenos precios, el proceso de dar valor agregado es rápido porque el proceso de secado, poza y de obtener el queso de pasta es rápido, y ya lo hacen muchos campesinos. Si quisieran integrarse a una cadena productiva legal, tendrían que sacar sus productos, pagar flete y no siempre les pagan lo que piden.
Devida tiene una campaña muy agresiva…
Devida es una institución mentirosa que habla con medias verdades porque sabe que esta equivocada y hace las cosas mal. La guerra contra las drogas es una farsa como la guerra contra el terror y quienes pagan esta guerra son 50 mil campesinos de la Selva Alta.
¿Qué debería hacer el Perú como Estado?
Recuperar autonomía frente a EEUU. Desde que llego Bush en 2001 hemos tratado de mantener la tarea bien hecha para que podamos firmar el TLC, ser buenos aliados de EE. UU. en el tema colombiano, la lucha contra el narcotráfico y seguir recibiendo 80 millones de dólares anuales.
No es sólo desligarse de EE. UU., sino enfocar de otra manera la lucha contra las drogas
Es poner las cosas claras, corresponsabilidades e igualdad de condiciones. El Perú produce 120 toneladas métricas de clorhidrato de cocaína, eso es cierto, pero EE. UU. consume gran parte consume gran parte de eso y paga 35 dólares el kilo. Sacando cifras, ningún producto, excepto el oroda tal rendimiento.
¿Qué le correspondería hacer a EE. UU.?
Evitar que entre cocaína en su país, que salgan productos químicos, que su sistema financiero no sea permeable al lavado de dinero y que esté dispuesto a que los productos alternativos a la hoja de coca ingresen al mercado norteamericano. El campesino de Apurímac necesita de su coca para pagar la pensión de sus hijos, para él no ha llegado ATPDEA, el TLC y no va a llegar. Una de mis previsiones es que de firmarse el TLC en las condiciones actuales, se estaría empujando a una gran parte de las comunidades andinas no sólo a la siembra de la coca, sino a sacar pasta básica a la costa y a las fronteras.
¿Qué políticas adoptar?
Se debe reconocer hasta donde podemos llegar. Ser selectivos con la represión: sólo detener a aquellos que lleven a debilitar a una grandes carteles organización internacional o nacional. Dejar de reprimir a los 50 mil productores de a Selva Alta. Llegar a acuerdos políticos y económicos que vayan de la mano con la regionalizacion. Que el manejo de la plata se haga con ellos. Acabar con Devida, que tiene un control cerrado y absoluto de las políticas y decisiones de presupuestos. En términos de política exterior le diríamos a la cancillería que negociemos la posición del Perú en ámbitos y foros internacionales a partir del tema de las drogas. El Perú esta capturando 20 toneladas métricas de cocaína anuales de las 120 que se producen.
¿Qué hacemos con los cultivos de coca?
Dejar de penalizar, dejar de fumigar, y permitir un mercado doméstico para consumos tradicionales. Dedicar fondos de Enaco para investigaciones científicas para generar combinados alimenticios con hoja de coca. Debemos recuperar el nivel de alimentación con los recursos naturales que nos da nuestro territorio y la coca es uno de ellos. Hacer un nuevo empadronamiento.
Usted propone un uso tradicional, ¿pero que hacemos con el excedente?
Se debe reducir los cultivos de manera concertada bajo el principio de que cada hectárea erradicada sea una hectárea desarrollada. La labor de policía se debe llevar a la poza de maceración. Entiendo que el campesino es el eslabón mas débil. Y como Estado debemos responder con el resto, hay que hacer pactos de reducción.
¿Es fácil que se pueda hacer el cambio y que los campesinos tengan una rentabilidad similar a la que les da la coca que va al narcotráfico?
No es fácil, pero es una de las pocas alternativas que tiene el Estado para recuperar la gobernabilidad en la Selva Alta y no dejarse ganar por Sendero Luminoso y los narcos. Debemos contar con el campesino como ciudadano, no excluirlo ni tratarlo como delincuente. Seguro que el boom de la coca y la cocaína puede hacer difícil que el campesino quiera dejarla, pero hay que ofrecer otras cosas, como ciudadanía, estabilidad, empoderamiento de derechos. La Selva Alta es la región menos civilizada en términos de Estado y construcción del poder. El narcotráfico es algo en lo que el Perú no podrá hacer mucho ya que el mercado es enorme.
Entonces ¿qué hacemos?
Esa es una pregunta de Estado a la que hay que responder ya. Yo empezaría por el artículo 8 de la Constitución que dice que el Estado lucha contra las drogas ilegales y regula las drogas legales. Si vamos a tratar las drogas, veamos cuales son las más peligrosas para la salud pública. Hay muertes por alcohol y cáncer al pulmón. Que problema de salud pública significa la marihuana. Seguro hay niveles de uso que llevan a un daño, igual con la cocaína. El artículo 8 que es más contradictorio y solapado
Estamos hablando de regular las drogas
Estoy pensando en ver regimenes diversos. Si en el circuito de narcotráfico soy suave con el ámbito de la producción y el consumo por ser los más débiles, soy duro con los carteles organizados. Es decir, no me lleno de mulas que se quieren ir por el Jorge Chávez.
¿Qué pasaría con el mundo andino sin la coca?
No estoy de acuerdo de quienes piensan en el mundo andino en proceso de reducción y asimilación e las practicas occidentales. Planteo que hay que respetar lo que queda del mundo andino como forma de cultura. En ese entendido, si desapareciera la hoja de coca, cambiarían los modos de producción. Seguramente le daría la estocada final al modo de vida comunal y perderíamos como país uno de los elementos que lo caracterizan
¿Qué le parece la campaña de Devida que identifica la coca con cocaína?
Perversa, ilegal, injusta, arbitraria, intolerante, dispendiosa. Devida comete muchos errores.
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