"La democracia no se agota en el voto"
¿De qué manera un gobierno puede construir la institucionalidad?
Institucionalidad, gobernabilidad, estado y democracia son conceptos que muchas veces suenan como importantes, como valiosos pero lejanos, extraños, como si fueran de otra realidad y no tuvieran que ver con la cotidianeidad del individuo, como ser humano concreto. Un reto que tenemos es cómo la vemos en la práctica. Como podemos ver no el concepto sino sus resultados. La institucionalidad es la suma de miles de pequeñas acciones concretas con las que podemos construir una sensación de que es posible convivir en paz y que en esa convivencia podemos generar valor agregado, bien comun.
Esto requiere educación, que es a largo plazo.
Pero no cuesta mucho. Hoy en día a nadie se le ocurre no utilizar el cinturón de seguridad o fumar en lugares públicos, ahora se prefiere el pisco a otras bebidas. Son señales culturales que si comparamos con lo que pasaba hace cinco años, notamos que ha habido un cambio. O sea que sí es posible.
Tomo su ejemplo de no fumar en lugares públicos. En esto ha sido importante que los ciudadanos hayan exigido que se cumpla. ¿Por qué esto se puede dar en otros aspectos?
Vivimos una transformación sin precedentes respecto a la relación de los ciudadanos con el Estado. Nos falta mucho camino por recorrer. Pero también hemos avanzado. Existen experiencias exitosas de participación ciudadana a nivel nacional. Pese a ello aún no resulta natural que una autoridad que maneja presupuestos que vienen de los recursos que aportamos nosotros, nos rinda cuentas de qué es lo que está haciendo con ello y qué es lo que piensa hacer.
¿Cómo se puede llevar la democracia a un lugar más concreto?
Debemos preguntarnos qué es la democracia, cómo se plasma a diario. La democracia no se agota en el voto, es participación: intervenir en los asuntos públicos y saber que tu opinión se toma en cuenta. Democracia es inclusión. Eso supone información, porque no se puede participar en algo que no conoce. La información no son los chismes políticos, sino saber qué está pasando en el país. La democracia es una manera de relacionarnos entre nosotros y con el Estado. La construcción de un sistema democrático, sin embargo, no se agota con más información, transparencia, igualdad de oportunidades o un Estado orientado al ciudadano. Eso no es suficiente si los ciudadanos no reconcebimos nuestra relación con el Estado y nos dejamos de ver como meros votantes y comenzamos a concebirnos como contribuyentes. La ciudadanía no es sólo un privilegio, sino una responsabilidad.
Se requiere información, pero a la vez que ésta sea aprehensible al ciudadano de a pie.
Una de las tendencias de este siglo es que el Estado debe proveer información a la gente. El premio Nobel de Economía de 2001, Joseph E. Stiglitz, demuestra que cuando un Estado es más transparente se generan mayores posibilidades de desarrollo. Cuando es más turbio hay más posibilidades de corrupción, subdesarrollo e ineficiencia. Esto tiene que ver con un desarrollo del derecho que va de la mano con la tecnología. Hoy en día los portales de Internet son la mejor vía de acceso. Pero no se trata sólo de que haya un portal con información, sino que esta sea entendible, oportuna y útil. Es obligación del Estado darnos esa información.
Entendiendo la ciudadanía como control y fiscalización, ¿no es ingenuo pensar que un gobierno puede potenciar la ciudadanía?
Un Estado puede, decididamente, contribuir a generar ciudadanía, pero es un trabajo conjunto. No puede haber una ciudadanía sin ciudadanos. La ciudadanía es como te relacionas con el estado.
¿Qué puede hacer un próximo gobierno para contribuir a la ciudadanía?
Obviamente hay necesidades impostergables en el ámbito social. Concentrándome más en la información, creo que hay dos vehículos que podrían hacer la diferencia. Uno de ellos es una política proactiva de transparencia, de acceso a la información. A partir de ello se legitima el accionar del propio Estado. Un segundo tema es la necesidad de la educación. Hoy en día uno cada vez mas se informa, educa y cambia de hábitos por medios distintos a la escuela. Básicamente por los medios de comunicación masiva. El estado no solo es un anunciante, sino también puede hacer educación. En la historia reciente vemos un estado peruano haciendo publicidad de las obras del gobierno. Si uno analiza, a julio de este año estamos hablando de 11 millones de dólares, pero con esa cantidad de dinero se podría articular una campaña educativa de derechos y de responsabilidades.
* Beatriz Boza es abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú, Master en Leyes por la Universidad de Yale (USA) y graduada del PAD de la Universidad de Piura. Ha sido admitida al ejercicio profesional tanto en el Perú como en Nueva York (USA). Hasta 1995 se desempeñó como abogada en el Estudio Shearman & Sterling de Nueva York; anteriormente laboró para el Estudio Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle y durante el periodo 1993 - 1996 presidió el Comité de Asuntos Interamericanos del Colegio de Abogados de la Ciudad de Nueva York. En el Perú se desempeñó como Presidenta de los Directorios del Indecopi (1995 - 2000) y de PromPerú (1996 - 2000) y como Jefa del Gabinete de Asesores del Ministro de Economía y Finanzas (2001), desde donde impulsó mecanismos de transparencia económica y fiscal. Actualmente es Directora fundadora de Ciudadanos al Día.
Publicado en Punto.edu. Año 1, No. 30
Diego: Disculpa que te tutee. Pero es una pena que estas selectivas entrevistas -muy interesantes- no se renueven desde noviembre del año pasado.
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