“Hay muchas cosas que deben cambiar en la Iglesia”
El padre Jeffrey Klaiber es doctor en Historia y licenciado en Teología. Ha sido director del Departamento de Humanidades y actualmente es profesor de la especialidad de Historia.
¿Cuál cree que ha sido el gran aporte de Juan Pablo II?
Ha sido un gran símbolo de unidad, ha creado un sentido de unión entre católicos. Ha dado una nueva vitalidad a la Iglesia, donde se había dormido un poco. Yo creo que ese fue su aporte más importante.
¿Cree que algo cambie con el nuevo Papa?
No va a haber cambios sustanciales.
¿Y eso le parece bueno ?
Hay muchas cosas que deben cambiar. Juan Pablo II se parcializó con sectores conservadores. A consecuencia de eso, muchos diáconos y profesores católicos no se sienten incluidos en la Iglesia Católica. Esto ha ocurrido antes en la historia de la Iglesia. A comienzos del siglo pasado, Pio X condenó lo que él llamaba el modernismo, y todas las cosas que condenó fueron alabadas en el Concilio Vaticano II. Yo creo que muchos intelectuales piensan que no vale la pena intentar escribir como católico.
¿Por qué?
Porque se han cerrado las puertas, intelectualmente, de la Iglesia. Por ejemplo la cuestión de la mujer, por qué una mujer no puede ser sacerdote. Los conservadores sacan argumentos muy pobres.
¿Cuáles serían los argumentos para permitir el sacerdocio de las mujeres?
Jesucristo era un ser humano. Cualquier ser humano podría ser un sacerdote,porque es imagen de Dios.
¿Cree que habrá un acercamiento del nuevo Papa con la Teología de la Liberación?
Creo que la Teología de la Liberación ya ha pasado a la historia. Yo mismo escribí un artículo desde un punto de vista simpatizante. En los años 80 cuando las dictaduras de la Argentina ya estaban pasando a la historia, la Teología de la Liberación se convirtió en una bandera de la democracia popular. En ese sentido, los teólogos de la Liberación se convirtieron en populistas, y la misma Teología de la Liberación cambió. Sigue teniendo vigencia la importancia de hablar desde el pueblo, a favor del pueblo, pero los esquemas marxistas ya no sirven al mundo moderno.
¿Siempre ha habido esa tendencia a que los Papas se alejen de la modernidad?
Ha ocurrido muchas veces. La Iglesia ha sufrido muchas consecuencias. Por ejemplo, la Iglesia en España y Francia se identificó con la monarquía y luego con Francisco Franco. Eso generó que millones de españoles y franceses dejaran de practicar su fe católica. Hasta el siglo XX la Iglesia tenía sospechas acerca de la democracia. Eso fue un papel importante de la Iglesia Católica norteamericana, decir que la democracia ha sido muy buena para nosotros.
¿Existe una tendencia hacia la apertura por parte de la Iglesia?
Hablar de la Iglesia, no es lo mismo que hablar del Papa. Siempre ha habido movimientos que han buscado cambiar la Iglesia. Por ejemplo, San Francisco de Asís creó un terremoto en la Iglesia, cuando murió había 50 mil franciscanos. Muchos criticaban su movimiento porque pensaron que era raro hablar de Cristo pobre, pues había muchos cardenales ricos. Pero una vez que se dio ese movimiento hubo un cambio profundo en la Iglesia, que consistía en acercarse a los pobres, ver a Cristo como un ser mucho más humano, etc. El mismo Concilio Vaticano II fue producto de muchos grupos de la Iglesia que años antes buscaban cambios. La Iglesia siempre ha podido cambiar, eso va más allá del Papa.
¿Cuál va a ser la tarea de la Iglesia y del próximo Papa?
Eso depende del próximo Papa. Lo que yo diría que debería hacer es volver al Concilio Vaticano II. Ser un Papa mucho más abierto a todos los católicos y no solamente a los conservadores.
Pero ha habido una disminución del papel de la Iglesia en la sociedad.
En Europa esto es muy claro, el número de practicantes ha bajado enormemente. Puede ser porque son sociedades prósperas. En América Latina también se nota, es parte de un proceso de secularización, que por un lado es normal, es inevitable, el único caso que es curioso es EEUU, donde la gente es muy religiosa, pero ya no escucha a los obispos, porque en algunos casos los obispos no escuchan a la gente.
Se habla de una Iglesia fortalecida, pero también disminuida.
Las dos cosas. Yo creo que fortalecida en un sentido, hay mucha gente que se siente muy tocada por el Papa actual. Pero también hay mucha gente que la ha dejado porque no se encuentran a gusto. Eso es lo que la Iglesia debe tomar en cuenta.
También es responsabilidad de los líderes religiosos.
Fomentar más participación de todos los católicos desde abajo, tener un sentido de llegar mucho más a la gente, pero escuchando.
En el caso peruano ha habido un éxodo del catolicismo hacia otras religiones.
Ahí, distingo un poco. Creo que la mayoría de gente que ha ido a nuevas iglesias cristianas, no ha tenido mayor contacto con la Iglesia Católica y luego han sentido una conversión en otra iglesia. Es gente que nunca estuvo realmente dentro de la Iglesia.
¿Cómo evalúa este fenómeno?
Sin duda hay un anhelo de Dios y una persona siente que una iglesia lo atrae, pero finalmente no es la Iglesia Católica. Se puede criticar la Iglesia por haberse dormido, la Iglesia debe ir a la gente y no esperar que la gente venga a la Iglesia.
¿Qué debe hacer el próximo Papa para marcar un cambio?
Mucho depende de esa persona. Debe ser capaz de escuchar y no solo escuchar Nuncios, debe escuchar a los obispos locales y sobre todo debe buscar buenos pastores. Lamentablemente muchos de los candidatos para obispos son especialistas en la ley canónica, pero ese no es un requisito para ser buen pastor.
¿Cree que Juan Pablo II ha estado muy ligado a la derecha?
Sí.
¿El próximo Papa también lo estará?
Ojala no. Espero que sea más sensible a los sentimientos de los pueblos.
Publicado en Punto.edu. Año 1, número 5.
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