Monday, June 13, 2005

Farid Kahhat

“Muchos gobiernos creían que Europa se había integrado más de la cuenta y había que retroceder”
Especialista en temas internacionales y profesor de la futura licenciatura en Ciencia Política, nos habla sobre la perspectivas de la Unión Europea frente al anunciado fracaso de la Constitución.

¿Cómo afecta a la Unión Europea (UE) que dos países de tres digan NO a la Constitución?
Es un retroceso obvio. En términos prácticos, en tanto no se apruebe la Constitución, siguen vigentes los tratados previos. Queda abierta la pregunta de a dónde se va, políticamente hablando. Es decir, si va a ser una federación de estados o se va a construir instancias supranacionales. Hay motivaciones diversas de quienes votaron en contra. Hay elementos de xenofobia, pero también hay una reivindicación legítima, que es la sensación de un déficit democrático, ya que la Comisión Europea no fue elegida por los ciudadanos de Europa.

Precisamente, de 25 países sólo diez eligieron hacer la consulta popular para la Constitución.
Y algunos de ellos probablemente retrocedan en esa decisión. Inglaterra ya lo ha hecho. Hay indicios de que, envalentonados por los resultados de Francia y Holanda, los partidarios del NO en Dinamarca están cobrando renovados bríos. Hay una sensación de incertidumbre entre quienes apoyan la Constitución.

¿Era necesario un documento de esta naturaleza?

Depende de cuál sea el destino que cada uno prevé. Los alemanes creen que la Unión Europea, sin diluir las identidades nacionales, debe crear una identidad e instancias de gobierno paneuropeas que coexistan con los gobiernos nacionales. Desde este punto de vista es necesaria una Constitución. Para otros, la UE debe ser una asociación de estados nacionales, en tanto sirva a los intereses de los países miembros, pero no debería tener personería política propia. Desde esta perspectiva, muchos jefes de gobierno aprobaron esta Constitución a regañadientes porque creían que Europa se había integrado más de la cuenta y había que retroceder.

Se decía que la Constitución buscaba una hegemonía de Francia y Alemania
Si fuera así, los franceses estarían contentos y habrían votado a favor. La hegemonía franco alemana ha sido una constante, sin esa alianza fundamental, la Unión Europea no habría existido.

Resulta curioso porque, históricamente, Francia siempre ha sido invadida por Alemania.
Francia fue invadida por Alemania, inclusive por el antecesor más importante de Alemania que fue el Imperio Prusiano en el siglo XIX y por Alemania propiamente dicha dos veces durante el siglo XX. Lo que algunos dicen es que la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial, la creación de la OTAN y la presencia de fuerzas estadounidenses en Alemania, impidieron que esta pudiera convertir su crecimiento económico en un poderío militar. Otros creen que precisamente la UE era un intento de anclar Alemania en del continente europeo para evitar que volviera crecer apartado y alimentando un irredentismo nacional.

¿Qué tanto afectan los problemas de la Unión Europea a países como el nuestro?
La Unión Europea no ha avanzado tanto en materia de política exterior y de seguridad como en materia de integración económica, aunque ha tendido a suscribir tratados de libre comercio con países del Tercer Mundo y a promover los Derechos Humanos y la democracia representativa.

Ha levantado polémica que en los anexos se estipulen las circunstancias en que los derechos fundamentales pueden ser vulnerados.
Yo diría que los activistas pro Derechos Humanos han tenido una actitud favorable a muchos aspectos de la Constitución. En todo caso, el problema que se veía era que el documento reivindicaba una Europa más liberal en el plano económico.

En el caso de la proscripción a la guerra y la inviolabilidad de la vida privada. En los anexos, nuevamente, las cláusulas dejan muchas posibilidades abiertas.
Hay que recordar que las regulaciones sobre el derecho a la privacidad ya están siendo violadas por las leyes antiterroristas de Gran Bretaña, que está al margen de lo que parece un consenso creciente en la Unión. En cuanto al uso de la fuerza, las circunstancias en las que su uso es lícito ya están establecidas en la Carta de las Naciones Unidas. Que se establezcan causales para legitimar el uso de la fuerza no me parece un problema en tanto se atengan a lo ya establecido.


Publicado en Punto.edu. Año 1, número 14

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